lunes, 19 de diciembre de 2011

El nuevo masculino

El Nuevo Masculino
Nosotros intuimos y constamos que la humanidad se dirige hacia una manifes-tación más humana de la masculinidad.

Al compartir estas anotaciones de estu-dio te facilito con-cretar en palabras lo que hemos venido intuyendo. Claro está que es una ayuda en una dirección, en la dirección de Walter Riso quien es el autor que concretó todas estas expresiones en su libro “La afectividad masculina”

Lo que comparto son mis apuntes tomados a medida que iba leyendo el libro, la clasificación y el orden de los fragmentos es mío y por supuesto al lector interesado en el tema le recomiendo mucho la lectura del libro mencionado para recuperar la fidelidad de las ideas del autor y disfrutar de una lectura divertida llena de ejemplos muy gráficos de quien se apoya en su experiencia profesional y personal.

Espero que les sea útil.
                                                                                   Oscar Andrés Aguilar Pardo
Caracas, 21/12/11





Humanizando la conquista

La conquista lo ennoblece

Su conquista es pacífica

Busca la compañía y la amistad

Comparte la variedad que le ofrece la diferencia de sexo

Reconoce al otro como persona

Conoce lo que piensa, lo que hace, cómo vive, lo que siente

Diluye el sexo en amor

Le quita un poco de sexo al arte de seducir

Humaniza en el sexo la vivencia del afecto

Pone a madurar el placer para que sepa mejor.

Desnuda valientemente su corazón y luego no se viste.

Respeta la identidad psicológica de ambos

Legitimiza y refrenda a la otra persona como una opción aceptable y merecedora de lo que somos

Se transmuta en el otro hasta desaparecer y no se asusta por ello

Rompe el territorio del otro reconociéndolo como un genuino ser que vale la pena explorar por fuera y por dentro

Canaliza la primitiva y encantadora tendencia al sexo reestructurándola, reacomodándola, teniendo un control más sano

Se emociona al compás de otro dándole a la vida una nueva sintonía

Se quiere a sí mismo sin dejar de querer y entregarse sin misericordia, sin lastimar, ni lastimarse, sin obligar, sin obligarse

Quiere más su cuerpo, el de ambos.

Tiene una clara conciencia de los obstáculos que no le han permitido realizarse en el amor interpersonal y por eso intenta superarlos

Se dirige hacia la ternura sin eliminar la ira que nos pertenece a los hombres

Se dirige hacia lo femenino de manera constructiva, sin desgaste

 

Cuidando la integridad personal

Con sexualidad digna de cara a la humanidad que nos pertenece

Cuando en la conquista hay sobrexcitación instintiva carnal el varón involuciona, suplica, miente, paga, ruega, se humilla

Se alimenta de una profunda humanidad compartida

Superador de la propia biología transformándola e integrándola a un crecimiento más transcendente

Libre de los lastres disfuncionales que nos impiden avanzar hacia una existencia integrada a lo femenino

Sin apegos, ni comercio

Sin mentir

Sin deshonrarse

Sin regalos, sin muestras de pretendida sabiduría, sin angustias y sin mostrarse digno de lástima

Sin tanta premura sexual

Siendo menos depredador

Sin el afán compulsivo que nos lleva a dañar y dañarnos

Se retira a tiempo o está todo el tiempo

Sin violentarse internamente; sin violentar


Aceptando nuestra sexualidad

El sexo produce fascinación en el hombre

Pensamos en el sexo todo el día, nos gusta, nos atrae, lo extrañamos, lo exigimos

El sexo disfrutado desconociendo su significado real genera dependencia

La mayoría de los hombres no saben ni pueden vivir con esa tremenda fuerza funcionando.

La “malicia sexual” en el buen sentido de la palabra no se cura ni se extirpa

Nadie puede negarle a otro el derecho al deseo.

Eliminar el sexo de nuestras vidas es una tarea que nos suele quedar demasiado grande

Trascendiendo la libido, no enterrándola

Padre maternal

Ser varonil en la sensibilidad básica de ser padre

Permitirnos el derecho a la intimidad que genera la paternidad maternal

Vislumbrar la magia que encierra la paternidad

Se trata de ser un papá vivencialmente humano

Se trata del papá de convivencia

Estando presente en la crianza

El hijo busca en el padre alguien sensible y cariños, como él.

Retirarse afectivamente de los hijos varones produce rechazo, separación, pérdida

Los varones educamos mejor cuando se trata de enseñar a nuestros hijos a:

Manejar la sexualidad

Competir entre varones

Enfrentar el miedo a la derrota y al fracaso

La conquista femenina

Jugar ciertos deportes

Entender los complejos masculinos

Ser padre sin desplazar a la madre

Ser padre pero no a tiempo completo

Con presencia “afectiva”: tierno, cariñoso, sensible, compasivo, interviene en la educación sancionando o administrando normas, haciéndose notar, “haciendo bulla”

El papá hombre con todo lo que tenemos los varones:

Viejos amores

Juventud

Aspiraciones

Desengaños

Locuras de juventud

Alegrías

Inseguridades

Una humanidad vivida

Las contradicciones de la educación sexual

La información suele ser inadecuada, distorsionada y contradictoria

La educación está orientada para que el hombre se vea en la necesidad de aprender el arte de ser infiel sin ser visto

Suele estar basada falsos principios

La sociedad no está preparada para ver llorar a un hombre de “pelo en pecho”

Afirmar que el hombre sufre no significa desconocer los problemas del sexo femenino.

El prototipo que podemos dejar atrás

El que niega su historia secreta de dolor y poder

El productivo depredador”

El hombre de pelo en pecho que no llora.

El que solo procura sustento

El que no desfallece

El que perdió la capacidad de abrazar y besar tranquilamente a sus hijos

El que no desarrolla su potencial humano por miedo o ignorancia

El que teme llorar por temor a ser tachado de homosexual

Los que no se dan por vencidos

Los que deben mostrarse inteligentes y poderosos para ser respetado y amado

El interesado por el éxito, poder, fuerza, autocontrol, eficiencia, competitividad, insensibilidad, agresivo

*** Del libro "La Afectividad masculina" de Walter Riso *** 




Caracas, 21/12/2011
Oscar Andrés Aguilar Pardo
oscarandresaguilar@gmail.com

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