martes, 12 de octubre de 2010

Les propongo apagar el infierno y enfriarlo hasta que sea agradable ...

Señores
Departamento Angelical pro-mejoras de los Humanos
Cielo.

Estimados señores,

Les extrañará que les escriba a ustedes directamente, lo hago porque de pronto recordé que Dios es el creador de todas las cosas y que ustedes que están a sus pies apoyándolo en todo lo que refiere a asuntos terrenales.

Les pido que enfríen el infierno en la mente de los católicos hasta una temperatura razonablemente cómoda, lo suficiente como para que los buenos del cielo puedan presentarse allí, y ayudar a que población recupere la alegría. Para ello les propongo invitar a todas esas personas a vivenciar, lo que es la fraternidad y la confianza entre humanos basados en el modelo de un curso que ustedes ofrecieron el fin semana pasada, en el que yo ingenuamente participé como guía, hasta que en dos oportunidades los reconocí a ustedes escondidos en seres humanos que al principio creí que era grandes por sus proezas escalando montañas.

Para que no vengan ustedes a decirme que no tienen nada que ver con ese curso en el que ustedes pretendieron que nadie los reconociera, les demostraré que los descubrí: La profesión que eligieron ustedes para pasar desapercibidos es la de guía de montaña porque les permite estar en todas partes del mundo y en lugares remotos sin que nadie se de cuenta de nada extraño, se dedican a ayudar a que los demás alcancen sus "metas mas elevadas" en armonía con el universo, enseñan a esa misma personas que las condiciones indispensables para alcanzar las "mas altas montañas" son las humanas, empezando por confiar  en el compañero de cordada.

Las condiciones físicas de ustedes son tales que permiten a los desprevenidos "justificar" que estaban en dos lugares a vez, que los equipos no les pesan, que siempre tiene soluciones y que las tareas están cumplidas. Sus maletines parecen comprados a Mary Poppins, simplemente tienen de todo y son livianos. La maleta del carrito chiquito que llevaron carga hasta un laberinto completo para que los participantes vivan aquello en lo que consiste atreverse a pensar distinto y gocen de sus beneficios.

En cuanto al formación profesional, ustedes son expertos en escalar (elevación espiritual), en cuerdas y nudos (unir y conciliar), en cuidar la naturaleza como a ustedes mismos (conscientes de la unidad de la creación), saben alimentarse sanamente (reconocen la ley de causa y efecto), saben orientarse de muchas maneras (son capaces de reconocer la Luz), resisten el frio (aceptan la soledad), soportan el calor (tolerancia), confían en los demás de la cordada (amor al prójimo).

Se preguntarán cómo fue que los descubrí: ocurrió un momento en el que percibí algo extraño que se movía en el hombro de uno de los guías, me acerqué a él y sentí que su sonrisa era tan franca como el ala que él extendió para ponerme bajo sombra mientras conversábamos.  A partir de esa experiencia empecé a correr para atrás la película de lo había pasado y, todo lo que me extrañaba pasó a tener explicación.

Así que descubiertos como están, les pido encarecidamente que enfríen el infierno y organicen esos cursos allí también.

Oscar


Anexo para los humanos,

Para los humanos que lean esta carta, les cuento cómo era el curso.

El salón de clases era la ladera de una montaña, había cascada, laguna, árboles enormes, paredes para escalar, guayas para pasar de un árbol a otro, espacio, verde, selva y piscina, buen comedor y habitaciones para ocho en literas.

Los 63 muchachos enfrentaban retos muy difíciles (parecían imposibles) a base de escucharse, aceptar liderazgos, de actitud alegre y confianza. En los profesores vi sabiduría, amor, abnegación y trabajo duro que a los ojos de los demás luce fácil. La enseñanza era vivencial, directa al ADN, les mostraron aquello en lo que consiste confiar en los demás, compartir responsabilidades, ocuparse y valorar a los inválidos, tratarse unos a otros como hombre y mujeres. Que hay gente buena y que están a su lado. Que sí es chévere compartir con los demás y ser alegre.


Para todos, a los del cielo y a los de abajo, atentamente,

Oscar

2 comentarios:

  1. Gracias Oscar por compartir.

    Muy profundo lo que escribes y es cierto la que transmites.
    Un Abrazo Fraterno.

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  2. Espectacular...
    Me encanta...
    Y si, es cierto lo que escribes...

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