jueves, 23 de septiembre de 2010

Desencuentros con el gusanito

Desde Caracas, siendo el primer día del año 5.764

Querida Amiga,

Después del baño, la computadora estaba ocupada por Máite quien se había  bajado una película y la estaba viendo. Mientras estuve conversando con  el gusanito, él está arrechísimo me dijo que si yo estaba loco, que  éramos amigos y que hasta ahora él me había dado buenos consejos y que  no era culpa de él que yo tuviera esos ataques de misticismo y que la  próxima vez que lo deje de lado para "caerle bien a una muchacha" me iba  a morder el tímpano.

Ahora no recuerdo todos los detalles de lo que me dijo y por no hacer  esta carta larga, este relato no describe inflexiones de la voz, tampoco  es mayor problema, la calentera con la que me habló fue tal que no hace  falta mencionarla en cada frase.

¿Acaso tú eres bolsa o falto de imaginación? ¿Qué cuento ese de los  capitanes, pianos, fortalezas sin puerta de escape? -me gritó- ¡Estás loco de bola! ¡Ve a ver como haces, pero a mí no me vas a dejar de lado! ¿Tú has visto una guayaba comida por gusano? ¿Ah? - siguió gritando -  ¡Bueno, así te voy a dejar las pelotas, para que sigas hablando  pendejadas!

Casi se iba calmando cuando murmuró "¡Coño!, ¡no lo puedo creer! ¡Y  además de todo era Virginia! ¡Nada menos! ¡y ahora que te la conseguí, me hechas esa vaina!  A mí, a tu pana del  alma. A mí, que me encargue de conseguirte las mujeres que querías, ¿le  vas a decir a Virginia que eres virgen? ¿Qué amas el espíritu de las  mujeres? Por qué eso es lo que falta! Te advierto y te recuerdo que si no te acostaste con aquella noruega que  estaba loco por ti, ¡que te invitó a comer queso noruego a su cuarto!  ¡Qué bolas! Lo diré mil veces  ¿no te imaginas todo el físico que tuve que gastar para que aquella  carajita te invitara a su cuarto?  Y todo ¡para salir de su cuarto con la barriga llena de queso y la  cabeza que parecía un plato de "fideos de pendejeras"!  Aquella no te la he perdonado, la recuerdo y todavía no lo puedo creer.

Pensé que la cojonera que te dejé aplacaría tu desesperación por el  misticismo pero ahora veo que lo que pasa es que la tienes agarrada  conmigo como si yo no hubiera sido tu cómplice más fiel.

En la universidad me habías hecho lo mismo, te puse en tus narices dos  mujerones, una catira y otra morena, las dos de buena familia, hasta ese  detalle te resolví! 

Recordarás y me reconocerás, amigo traidor, que te las conseguí con unos  pechos deslumbrantes (fíjate que se ser delicado, aunque tú piensas soy  un bárbaro amigo que solo piensa en tetas y culos y, ...ya me hiciste  perder la elegancia.
Nunca te busqué gordas, aunque en Nueva York tuve que organizarme para  quitarte unos prejuicios tontos para que tuvieras acceso al mundo de las  saporritas. 
En la universidad corrí los mayores riesgos de mi vida, era necesario, era hora de empezar a estudiar la brujería, perdón misticismo y que  una mujer muy especial te llevara de la mano a la sensatez.  ¡Dios me  ampare que fueras a bañar el loco por primera vez en cualquier batea!  ¡Yo también se de religión! Pero, no me jodas, las que te conseguí yo  eran mucho mejores y te hubieran quitado la misticitis a la primera... iba a decir "cogida" pero no te voy a herir tus sentimientos ... a la  primera vez.

Pero volvamos al presente. ¡Oíste! ¡PRESENTE! Lo primero, y para que quede claro y no me vengas con vainas más tarde,  a Virginia ¡La reencontré yo!  ¿Ok? Si por tí hubiera sido, te hubieras quedado en la cama sofocándome  contra la almohada. Así que reconoce que fui yo, el gusanito galán que  llevas por dentro quien te sacó de la cama para que la encontraras.

No vayas a insultar mi inteligencia y decirme que fue un arrebato mío...  ¡arrebatos son tus misticismos que me tienen jodido! Para que encontraras a Virginia tuve que acudir desde hacía varias  semanas unos panas amigos míos a quienes les explique la importancia que  susurraran tu nombre al oido de Virginia, lo que dicho sea de paso es nuestra especialidad.  o ¿tú crees  que yo soy tan bolsa como para correr el riesgo de que Virginia hubiera  estado de mal humor o de viaje? Yo no me iba a calar tu depre.

Veo que te quedaste callado, está bien así, ... porque con la arrechera  que cargo, si hubieras negado que fui yo quien buscó a Virginia, te  estaría reventando a patadas en este momento.

Malaika acaba de abrir la reja para entrar y acostarse a mi lado. Continuo con el relato, sé que es un poco grosero pero vale pena  mantener el dialogo-monologo como fue.

"Ahora amigo mío, porque todavía te aprecio, no vayas a creer que no,  vamos a conversar" - dijo con voz de quien finge estar clamado- Los capitanes de barco me los cambias por capitanes de aviones y me  organizas un encuentro con Virginia en... en Ginebra. Allí el aeropuerto  está cerca de la ciudad y se van a una estación de ski de una vez.

Por cierto, recordando Ginebra, (¡gran carajo!) nunca olvidaré que  cuando estábamos de lo mejor con aquella italiana chispeante que te  conseguí, la dejaste de "ver" sólo porque te desilusionó saber que ella  no quería tener niños. ¡Cómo no te maté ese día?! Pasé una semana  buscando cómo vengarme hasta que por fin conseguí tumbarte de la bici,  ¿te acuerdas? Pues a mi me dolío mas. Pero bueno, no nos distraigamos,  Virginia es nuestro caso.

Ahorita no sé qué vas a hacer, ¡con todo lo que ya escribiste! ¡Cuántas  veces te he dicho que cuando vayas a decir esas güebonadas las digas por  teléfono... ¡pero, las tienes que dejar por escrito! ¡¿Quién te dijo que  te vas a hacer famoso escribiendo?! ¡A patadas te voy a hacer razonar! Así que, antes de que cosa el culo a patadas, volvamos a calma y dime  qué vamos a hacer con Virginia.
Mi recomendación: deja de estar mandando cartas por internet. Primero  porque se llaman emails y se pronuncia imail o imails.

Segundo, no la vayas a cagar más de lo que lo has hecho hasta ahora y te  buscas una pluma fuente a cuenta de que "es lo propio” ¡No, bobo,  búscate un lápiz, el lápiz se borra, la tinta no!. ¿o acaso no lo  sabías? ¿Entendiste o te hago un dibujito? Tercero a ese galán que ella tiene al lado tienes que tumbarlo. Ve a ver  como haces porque yo no me voy a calar romanticismos de ella cuando la  tenga en mi estación de ski en Ginebra. Te aseguro que si a esa mujer se  le agua el guarapo junto a la chimenea del cuarto, vas a tener un amigo  menos y vas a sufrir. ¡Mira que bastantes gustos te he dado... a pesar  tuyo!

Cuarto, me la calmas. Con ese atore de que la van a botar de los Estados  Unidos van a pasar dos meses ... y no estoy dispuesto, ¡que bolas tienen  los gringos! Quinto, si no le quieres decir las cosas directamente porque te da pena  (¡A ti! ¡No a ella! ¡Entiende coño!) le inventas una historia donde le  dices que tienes un amigo, que es un gusanito y ...

Nunca pensé que el gusanito yo hablamos tanto, él es buen amigo, hay que  entenderlo, yo estoy aprendiendo a quererlo como es, a pesar que no le  guste el misticismo, cuando está de buenas es muy divertido y me ha  hecho entender que no hay misticismo sin mi amigo el gusanito.

Por cierto, al final me dejó una advertencia:


El Gran Consejo de Gusanitos está muy arrecho contigo y están dispuestos a enviarte, no una, sino dos cuaimas “de buenos sentimientos” para demostrarte que las cosas no son como tú piensas. Hasta ahora te han dejado que mees fuera del perol, porque no viven contigo y no les salpica, pero no están dispuestos a tolerarte mas y te piden que en señal de buena fe y regreso la lealtad milenarias entre el hombre y el gusanito, le escribas a Virginia.


y... aquí me tienes,

Te deseo un lindo día,

Oscar Andrés


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